¿Qué es este llamado? ¿Qué es esta voz que clama desde dentro? ¿Qué es este susurro que no me deja dormir por las noches? ¿Qué es esta nueva realidad que toca a mi puerta?
Cuantas veces nos hemos sentido perdidos, mirando al cielo, con un sentimiento profundo de "nadidad", de no saber que hacer, de no entender para que se ha venido a la vida y cual es el propósito de nuestra existencia, pero en el fondo, siempre prevalecía una claridad, una certeza profunda de que se ha venido para algo más grande.
Durante todas las épocas, han existido personas comunes al igual que nosotros, que han sentido el llamado interno de hacer algo importante, o de dar respuesta a un fuerte impulso que clamaba desde el interior.
Es importante rescatar, que no todas las personas sienten este llamado o lo han sentido alguna vez.
Al igual que no todos los que sienten el llamado responden a este fuego, del mismo modo, no todos los que emprenden el camino llegan a destino...
¿Qué es el Llamado?
El llamado es algo que irrumpe en nuestra vida, y que por lo general, se siente desde que uno es niño/a. No es algo nuevo, si no que es algo intimo y familiar.
Quienes han sentido este llamado, de alguna forma, siempre han intuido que su vida estaba destinada a algo mayor.
Por falta de guía y de seguridad en uno mismo, uno se va dando cuenta de que necesita buscar ayuda externa para poder comprender lo que le esta pasando, ya que a veces no se logra reconocer si este llamado es fidedigno o si se trata de una idea loca del ego.
Poco a poco, por medio del conocimiento, a través de libros de filosofía, de la mano de un maestro o de tradiciones de sabiduría, el aspirante, logra darse cuenta de que este llamado que siempre lo convocó, no era otra cosa que El Mismo a través de su Guía Interno. ¿Qué sígnica esto? Significa: Un llamado a la transformación y al despliegue de nuestra Verdadera Naturaleza. En otras palabras: el llamado a abandonar nuestro yo ficticio y limitado, nuestro yo condicionado y adquirido, para transformarnos en nuestro Yo Real, y en suma, alinearnos con nuestro destino.
Un llamado a dejar el camino inventado (el que se había delineado desde la mente egoica), para entregarse a uno mas amplio y de orden superior.
La diferencia entre el camino del ego y el camino del Yo Real, es que el primero está condicionado y premeditado mentalmente. En el, suelen haber muchas ideas preconcebidas y creencias autoimpuestas.
El segundo camino, no esta delineado totalmente en el pensamiento, si no, que se va gestando poco a poco en la medida que se va caminado sobre el. Poniéndolo de otra manera, la persona va viendo como se crea su camino en la medida que va pisando. Es decir, no se puede delinear totalmente en el pensamiento. Es borroso, guiado y de orden espontaneo (es un hacer no premeditado). Es mas bien intuido, receptado y materializado.
Como decíamos antes, no todos los que sienten este llamado responden al designio, y no todos los que emprenden este camino llegan a destino...
Esto es, porque de alguna manera, los que responden al llamado deben consagrarse a seguir la guía de este fuego. En otras palabras, se requiere estar totalmente consagrado a servir la guía de este fuego (El Poder del Espíritu), escucharlo, para poder honrarlo y materializarlo.
El aspirante, lleno de miedos y de ataduras, preso de sus inseguridades, se detendrá muchísimas veces en el camino para evaluar sus pasos. Pues, no sabe lo que le está pasando. Muchas veces se preguntará, si ese impulso proviene de su interior o de su falso yo...
Al encarnar, uno no recibe un mapa o un manual. Se está a la deriva. Es uno y el Silencio. O en otras palabras: uno, las voces de la cabeza, y el llamado de su corazón.
Es por este motivo, que el iniciado, evaluará sus pasos, los pensará... Pero cuanto mas los piensa y evalúa, mas se demora en el camino y cortará el flujo natural.
El individuo comienza a darse cuenta, poco a poco, que no es en absoluto el hacedor de sus acciones, y que no posee control alguno sobre sus pensamientos, si no, que está siendo utilizado por una fuerza superior para fines que no son individuales si no colectivos.
El iniciado, comete el error muchas veces de pensar que las acciones son suyas, y que los pensamientos que merodean por su cabeza son de él. Se dará cuenta tarde o temprano, que se trata de todo lo contrario.
Cuanto mas se rinde a esta voz interior, cuanto mas fluye en el sentido o en la dirección de lo que esta voz le indica, más se reconoce a sí mismo, es decir, a su Yo Real, y con mas claridad logra identificar y reconocer cual es su camino.
Cuando el aspirante se demora y duda de sus pasos, poniendo en tela de juicio la veracidad del llamado, mas trabas pone en el camino, ya que las dudas provienen de su ego, y no de la certeza del Yo Real.
Aun así, estas demoras formarán parte de su viaje...
El camino debe ser recorrido por aquellos que responden al llamado y no se dejan desviar de el...
Pero... ¿A donde conduce este llamado interno? ¿Cuál es la razón de este camino?
No hay respuestas concretas a estas preguntas, y si las hay, son siempre misteriosas y de carácter personal...
No se las puede captar desde el orden intelectual, sin embargo, se las puede "olfatear", se las puede intuir...
Estos procesos de índole transpersonal y colectivo, se encuentran plasmados en varios mitos de la antigüedad. En diferentes culturas y tradiciones de sabiduría, se encuentra ilustrado el juego del llamado.
Se haya en cuentos, epopeyas, y relatos bíblicos, incluso en la poesía y en las películas.
La razón por la cual el hombre responde a un llamado, a una fuerza interior, escapa de su comprensión y de su mente racional.
Hablando en otros términos, el hombre deja de escucharse a si mismo, para escuchar al Gran Espíritu. El hombre se vuelve pasivo y disponible, para ser utilizado por la voluntad de Aquello que le da la vida y le permite respirar.
Algunas personas a esta fuerza le llaman: Dios, Poder Superior, en el ámbito de la psicología le llaman "El inconsciente". Aunque esto ultimo es incorrecto, ya que seria mucho mas correcto decir que es el Poder Superior el que mueve las estructuras de su inconsciente para que el hombre se conozca a sí mismo y pueda trascender sus limitaciones mentales.
Cuando Aquello (Su Poder) lo desea, agarra una ficha del tablero y la mueve a su conveniencia.
Es así de fácil y de sencillo para Él, y lo hace siempre por razones misteriosas e inexplicables para el intelecto humano.
El aspirante, debe estar muy receptivo para poder comprender y responder a este llamado, sabiendo que va a enfrentar muchas trampas y derrotas en el camino.
Si este Poder lo decide, el aspirante perderá el sentido de individualidad y se volverá uno con el llamado. En otras palabras: Él y su llamado se volverán lo mismo. Él y su destino se volverán lo mismo. Él y su hacer se volverán lo mismo. No podrá existir división entre ellos. Es decir, el aspirante y la voluntad del Poder Superior, se volverán la misma cosa.
Su ego y juicio limitado lo demorarán y lo invalidarán para que no pueda seguir recorriendo este camino, aunque estas mesetas formarán parte del viaje...
¿Hacia donde conduce el Camino?
Puede que conduzca hacia la toma de conciencia de su verdadera naturaleza (de quien es Él/Ella realmente).
Puede que conduzca a desempeñar un papel o una labor importante para la humanidad, o a desempeñar una misión que repercutirá a escala colectiva.
Puede que conduzca a un cambio en la conducta o de hábitos muy arraigados (superar un karma muy pesado) o a una transformación muy profunda de su psique, en otras palabras, a una transformación radical de su sistema interno -de su forma de ser, pensar, sentir, conocer y estar en el mundo-. Por ende, a una Transfiguración de su corazón.
Estos procesos de transformación interna es lo que en la Alquimia se denomina como Metanoia, en donde el individuo atraviesa por cambios estructurales muy profundos, que son impulsados desde dentro y por situaciones en la vida que lo llevan a experimentar una gran crisis o un cuestionamiento vital de la existencia.
Se trata de un proceso natural, es decir, que forma parte del desarrollo espiritual humano. Así como los pájaros cantan, el sol brilla y el viento sopla, el hombre, tiende hacia lo Divino.
El ser humano es la única criatura viva sobre la tierra en la que puede nacer el anhelo de querer conocer La Verdad -de sí mismo- y de fundir su individualidad en el Absoluto.
La vida del ser humano está impulsada a cuestionarse el sentido propio y de la existencia.
Algunos hombres lo hacen, otros no, da igual, puesto que estos procesos no son regulados por uno mismo sino por el Hacedor Cósmico.
En otras palabras, los tiempos de limitación, transformación y despliegue, son regulados por el Poder Cósmico y no son efectuados por el hombre. Es por medio de la Intervención Divina que el Poder "toma contacto con él" y lo transforma.
Nicole Satī
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