Todo lo que buscamos...
- Conocimiento de Ser
- 6 may
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Actualizado: 27 may
Todo lo que buscamos es la Felicidad y la Paz permanente. El problema es que no sabemos cómo obtenerla y en donde buscarla. Los objetos, las personas, y las circunstancias vitales que parecen otorgárnosla, están sujetas al cambio y a su inevitable detrimento. Todo en este mundo es perecedero: nuestro cuerpo es mortal, nuestras relaciones cambian a lo largo del tiempo o se terminan, nuestra economía o éxito profesional también están sujetas al cambio, al igual que todas nuestras ideologías y creencias, pues una simple enfermedad mental puede acabar con todo eso. En este mundo material no hay nada que sea permanente y digno de depositar nuestra felicidad, porque eso significa, fracaso asegurado. Entonces, si luego de reflexionar por mucho tiempo en la temporalidad y la caducidad de las circunstancias que nos rodean, uno se pregunta: “Entonces… ¿Dónde puedo hallar la Verdadera Felicidad?”. Esta es la pregunta que se han hecho nuestros antepasados, es la pregunta nuclear de todas las tradiciones de sabiduría espirituales, y de todas las sendas genuinas de autoconocimiento… Y la respuesta es: En Mí mismo.
Ante esta respuesta tan ambigua, uno podrá decir… “Pero, ya intenté buscar la felicidad en mí mismo/a y no lo he conseguido. Tampoco la encuentro ahí. Cuando voy dentro de mí mismo, siempre siento que me falta algo, que algo no está completo; me topo con una sensación de vacío. Siempre siento, tarde o temprano, que algo me falta…”
Esta respuesta es acertada. Siempre sentimos que nos falta algo. Y este algo que nos falta, en realidad, no se encuentra en algún lugar lejos de nosotros… "Este algo que nos falta" es comenzar a habitar profundamente dentro de nosotros mismos.
Con 'habitar profundamente en uno mismo' me refiero a esto: vivimos en un estado totalmente desconectados de la vida. La mayor parte del tiempo no estamos presentes, sino que estamos atrapados en la esfera mental del pensamiento. Al no poder parar de pensar ni por un segundo, creemos que nos faltan cosas, que deseamos algo, pero en realidad, toda la cuestión radica en la incapacidad de detener la velocidad de nuestros pensamientos, para así poder "contactar" con nuestra realidad esencial.
En realidad, la experiencia del Ser, la experiencia de lo que Somos, es nuestra Realidad Más Cercana. No necesitamos de alguien ni de algo para existir. Existo por Mí Mismo. Pero nos alejamos tanto -mentalmente- de esta Existencia, que creemos que lo que buscamos se encuentra en algún lugar por fuera de nosotros, cuando en realidad, lo único que la mente está buscando es Descansar en el Propio Ser.
A medida que vamos habitando en el Ser, en esta Presencia que está más allá de la mente, nos damos cuenta que esta Presencia es nuestro Propio Ser, y no es humana. Es decir, esta Presencia Divina no tiene nombre, no tiene forma, es simplemente presencia pura e incondicional que lo permea todo. Y al permearlo todo, nos damos cuenta que la Realidad no está dividida en partes, sino, que brilla como una sola unidad.
Entonces, "este algo que nos falta", es una Experiencia Radical acerca de nosotros mismos, acerca de Quienes Somos. Esta experiencia no es solamente una comprensión intelectual basada en la teoría (aunque por algo se empieza), sino, una comprensión cabal y profunda, un “Despertar” a nuestra naturaleza inmortal e imperecedera.
Entonces uno se preguntará… "¿Cómo llegar a eso? ¿Necesito meditar por mucho tiempo?" La respuesta es: no necesariamente. Solo se necesita una buena guía y la facultad de comprensión. Esto, de la mano de la Gracia, harán el trabajo.
¿Quién soy yo?
Entonces, el problema de base, es que cuando decimos “Mí mismo”, no sabemos a que nos referimos.
Lo primero que se nos viene a la mente cuando decimos “Mí mismo”, es la imagen mental que tenemos acerca de nosotros mismos, es decir, nuestro constructo cuerpo-mente ¿no es cierto? Es eso a lo que llamamos “Mí mismo”, a este cuerpo-personalidad que tanto conocemos y que vemos todos los días frente al espejo. Bien, este es el comienzo de nuestra exploración: a que le llamamos “Yo”.
Pero cuando empezamos a profundizar dentro de nosotros mismos, nos damos cuenta de que existe un "espacio" que no está siendo tocado ni afectado por nada, que existe más allá de las definiciones mentales, y aún así, seguimos existiendo "en este espacio", seguimos siendo "Yo".
Este lugar, o este espacio, al que llamamos Conciencia, en realidad no está dentro del cuerpo, sino que está en todas partes y lo ocupa todo. No es una "entidad separada" que puedas encontrar en algún lugar del espacio y del tiempo en específico, si no, que lo impregna todo, porque Es Todo. Por lo que tu Yo Real, al ser esencialmente "Existencia", se encuentra inherentemente unido a la Totalidad de la Existencia entera.
Es a partir y solo a partir de este descubrimiento de nuestro Yo Real, que podemos comenzar a bucear en lo que llamamos: “Verdadera Felicidad”.
No hay ningún otro lugar adónde ir ni en donde buscar, porque todo ya está en Uno Mismo como Yo Mismo. Solo necesitamos barrer la ignorancia acerca de lo que Realmente Somos. Pero antes, se necesita tener el suficiente fuego y haber alcanzado la suficiente madurez como para darse cuenta de que con las propuestas de Felicidad que nos brinda este mundo, realmente, no vamos a ninguna parte...
Más información: Cómo adentrarse en la Realidad
Satī