El punto de llegada es el mismo que el punto de partida.
Siempre es un circulo, sin comienzo ni final.
Dios no está en ninguna parte más que en todas partes.
Porque si se podría llegar a Él bajo un método o una vía, este Dios sería condicionado.
Dios no puede hallarse a través de un método o una vía,
Solo puede revelarse en el núcleo del Propio Corazón,
Del propio Ser, del Alma Inmortal
Dios no está atado a ningún método, a ninguna vía.
Solo puede decirse de Él que es Siempre Libre, Siempre Nuevo, Siempre Existente.
Más allá del Tiempo y del Espacio.
¿Cómo Dios, lo Infinito, puede circunscribirse a un método o a una vía que lo alcancen?
¿Cómo puede Dios, lo Sin Forma, inclinarse por una vía que por otra?
Dios está en todo, en cada átomo, en cada lugar,
Dios no puede ser descrito con palabras,
Solo puede hallarse en el Núcleo del Propio Corazón, cuando No hay Dos.
Dios brilla en la ausencia de separación y en la completa Percepción de Unidad,
No puede haber medio o método para acercarse a Él,
Porque Él está presente en todos los medios y métodos.
Antes del principio, en el medio, y después del final.
El sostiene toda la Creación,
Todos los mundos, todos los universos.
Todos los medios y métodos existen en Él.
Él brilla en todos los seres, en todas partes, en todo momento y en todo lugar.
En todos los tiempos, en toda dimensión.
En los tres estados y más allá de los tres estados:
Vigilia, Sueño y Sueño Profundo.
Todos los Estados y la Ausencia de Estados existen dentro de Él.
No hay nada sino Él.
Entonces...
¿Cómo puedes alcanzarlo?
¿Cómo puedes alcanzar lo que nunca se ha perdido?
Es por esto, que no hay vía ni método para esta realización.
Solo Él es, en todos los tiempos, en la Eternidad.
Entonces, cuando dudes de Su Morada… Por favor, Regresa a Ti Mismo.
No huyas a buscarlo en otra parte... Por favor, Regresa a Ti Mismo.
Él no se ha ido a ninguna parte, solamente, no estas oyendo su nombre,
Que clama… A través del silencio, susurrándote suavemente:
Yo Soy, Yo Soy.
No huyas de Él, pues, es imposible escapar de Su Nombre,
De Su Morada, de Su Reino...
Pues este es Su Reino,
Tú eres el Reino.
Ahora...
¿Cómo alcanzarlo?
Solo barriendo de la mente toda concepción dualista.
Solo acortando el sendero,
Solo dándote cuenta que no hay separación entre Tú y Él.
De esta manera, el falso yo es aniquilado.
El único modo para morir al falso yo, es el pleno reconocimiento de tu identidad con Él.
No puedes ver a Dios si no mueres a tu idea de separación.
Regresa a tu Unidad con Él.
A través de la plena y firme convicción:
“Yo soy Śiva
Yo soy Dios
Yo Soy”
Nicole Satī