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El Proceso de Individuación (Parte 1)


Introducción al Proceso de Individuación

El termino "Individuación" proviene del latín "Individuationis", de "individuare", que a su vez proviene del latin "individuus", cuyo significado es "indivisible" y puede entenderse como "unidad indivisible".


A su vez, el termino "Indivisible" proviene del latín "indivisibĭlis" y significa: "que no se puede dividir".


Entonces, podemos inferir, ateniéndonos solamente al significado etimológico de estas palabras, que el proceso de individuación tiene que ver con un proceso de unificación, en otras palabras, con un proceso de unificación de las partes / o un proceso de indivisibilidad de la Psique, donde todas las partes que estaban separadas, se hacen una.



Vamos adentrándonos de a poco en este interesante y profundo tema...


La Falta de Unidad en el Ser Humano

Tal como se describe en el sistema de enseñanzas psicológicas del Cuarto Camino de Gurdjieff y Ouspensky, al psiquismo del hombre se lo compara con una casa desordenada, con una casa sin amo.


El hombre, inconsciente de si mismo, piensa que en él habita un solo "yo," forjado, maduro y establecido. De hecho, el piensa que cuenta con un "yo" que toma todas las decisiones, que dirige el curso de su vida y de sus acciones.


El hombre vive en una terrible y penosa condición de ignorancia acerca de si mismo.


Al no haber recibido desde edad temprana una educación que esté basada en conocimientos psicológicos fidedignos, ni que hablar de enseñanzas filosóficas provenientes de una tradición de sabiduría, el ser humano moderno creció sin un conocimiento acerca de su propia mente, de si mismo, del universo y de su relación con él.



La teoría de los "Múltiples Yoes"

La teoría de los 'Múltiples Yoes' no es algo nuevo, si no que se encuentra plasmada en las enseñanzas esotéricas de diversas corrientes de sabiduría, tales como el cuarto camino, el cristianismo, etc.


El psiquiatra suizo Carl Gustav Jung, fue uno de los primeros en investigar sobre este tema a la luz de los estudios sobre Psicología Profunda, cuando elaboraba su teoría acerca del proceso de individuación:


"Individuación significa llegar a ser un individuo y, en cuanto por individualidad entendemos nuestra peculiaridad más interna, última e incomparable, llegar a ser uno mismo. Por ello se podría traducir individuación también por 'mismación' o 'autorrealización'."


(3.a Ed., 1938, Pág. 91 - Jung, “Las relaciones entre el Yo y lo Inconsciente”)



"La individuación hace referencia al proceso de llegar a ser un individuo, una unidad indivisible en el sentido psicológico, con una individualidad que hace referencia a lo peculiar de uno mismo. Se refiere también a llegar a ser lo que uno es."

(Jung, [1962] 2002)



"La individuación implica también una integración de los aspectos conscientes e inconscientes en el individuo, es decir, la articulación de algunos aspectos oscuros o desconocidos en la personalidad."


(Jung, [1952] 1993)


Podemos deducir que para llegar a ser Uno, primero tenemos que ser muchos.


Es decir, para poder lograr una "individuación psicológica" -una unidad indivisible- tenemos que antes 'reunir' a las partes.



Tal como menciona el famoso pasaje de la Biblia:


" —¡Sal de este hombre, espíritu inmundo! —le ordenó Jesús; y luego le preguntó: «¿Cómo te llamas?»

 —«Me llamo Legión», respondió*, «porque somos muchos»."


(Marcos 5:9)


Pero ahora, retomando nuestro análisis sobre el Proceso de Individuación y la Teoría de los Múltiples Yoes, nos preguntamos: ¿A que se asemejan estos? es decir, ¿cuál es el fundamento o naturaleza de la teoría de la multiplicidad de yoes?


Bien. Vamos a explicar.


La teoría de los múltiples yoes postula que el ser humano no posee una individualidad psicológica.


Cuando hablamos de "individuo" en este caso, no nos estamos refiriendo al cuerpo físico, ya que nuestro cuerpo si que es uno, nos estamos refiriendo a la individualidad psíquica, a la individualidad del "yo" (esto es una obviedad, pero de todas formas siempre hay que aclararlo).


Dentro de nuestra mente, hay una diversidad de 'pequeñas voluntades' que buscan tomar el mando:


Los distitnos 'yoes' tomando posesión del cuerpo de un individuo.
Los 'distintos yoes' tomando posesión del cuerpo de un individuo.

Tenemos un grupo de yoes por la mañana, otros por la tarde y otros por la noche. De hecho, tenemos un "yo" distinto cuando nos levantamos, otro cuando estamos solos en nuestra casa, otro cuando estamos en el metro, otros cuando estamos con nuestra familia, otros con nuestros amigos, otro cuando trabajamos y otro cuando hablamos en público. Cada "yoe" dentro de nosotros tiene su propia particularidad y característica, algunos, se contradicen unos de otros.


Para detectar esto, hace falta una ardua exploración interna, ya que, al principio, cuesta mucho detectar esta multitud de yoidades que se atropellan unas entre sí para tomar el mando de la casa.


Vamos a poner un ejemplo:


Supongamos que una persona ama mucho a los perros, conscientemente, ella cree: ¡Oh, amo mucho a los perros!. Pero cuando llega a la casa de su amiga, lo primero que hace es sacudirse los pelos de los perros antes de que se le acerquen, incluso, esta muy pero muy atenta a que no se le acerque ninguno, teme despavorida que se le acerquen los perros, e incluso, ya esta imaginando que uno se le acerca y la muerde, es decir, teme por su vida. Pero cuando llega nuevamente a su casa, la persona no se percató jamás de este conjunto de reacciones internas, y siguió su vida pensando que ella "ama a los perros" y teniendo una imagen de si misma como teniendo una excelente relación con ellos.


Esto es un ejemplo muy tonto, pero pasa muy a menudo en nuestras relaciones.


Decimos que amamos algo, y al rato lo estamos odiando. Extrañamos pasar tiempo con una persona cuando no la tenemos cerca, y cuando estamos con ella, nos aburre, algo no nos cierra o ya queremos irnos.


Es tal la contradicción y la multiplicidad de "pequeños yoes" que habitan en nuestro interior, que ni nos percatamos de ellos. Incluso, a veces pensamos que así somos nosotros y que solamente "estamos confundidos" -o peor aún, creemos que a nosotros no nos sucede nada y que el resto de las personas a nuestro alrededor están confundidas- cuando la mayoría de las veces, todo esto se debe a un factor de inconsciencia, en donde estamos totalmente atrapados por las impresiones externas y no logramos observar dentro de nosotros mismos.





Ahora bien, vamos a aclarar. La multiplicidad de yoes no es algo que opera conscientemente, sino que es un mecanismo inconsciente. Estos yoes toman el mando cuando no estamos atentos, cuando no nos estamos observando internamente y "desidentificandonos de ellos" de forma consciente. En cambio, la individuación de la conciencia en términos psicológicos, comienza cuando comenzamos a estar presentes, atentos o vigilantes de lo que pasa en nuestro interior, en otras palabras y mejor dicho: Cuando estamos conscientes de nosotros mismos.


El ser humano tiene la potencialidad de volverse totalmente consciente de sí mismo.

Esto puede parecer ambiguo, pero no lo es: Únicamente es la conciencia de nosotros mismos, en otras palabras, la autoconciencia, la que promueve una claridad unitiva en nuestro interior.


Al igual que en una habitación oscura donde encendemos una lámpara y se llena de luz, ya no hay mas posibilidad para la oscuridad, de la misma manera, la Luz de la Conciencia es aquello que al "prenderse" como una lámpara -en el ejemplo de la habitación- aunque mas precisamente, al prenderse como un gigantesco Sol, su radiancia -la radiancia de la Autoconciencia- ilumina y calcina la diversidad de espectros fantasmales de nuestros 'múltiples yoes', que tiran para un lado y para otro, devolviéndonos de nuevo a la claridad intrínseca de nuestro unitivo espacio mental.


En el sistema del Cuarto Camino, se compara a nuestra mente como una casa sin amo: La casa es nuestra mente, los múltiples yoes son los sirvientes que buscan tomar el mando de la casa, mientras que el "yo observador" es "el mayordomo delegado".


"El mayordomo delegado -el yo observador- puede colocar a los sirvientes -'los multiples yoes'- en sus lugares y hacer que cada uno haga su propio trabajo: el cocinero en la cocina, el cochero en los establos, el jardinero en el jardín, etc."


(En Busca de lo Milagroso de Peter Deminaovich Ouspensky)



"El yo observador" es el "testigo" dentro de nosotros que comienza a poner orden dentro de la casa.


Aunque pensemos que estamos aparentemente unidos por poseer un solo cuerpo y un nombre, cuando el "yo observador" comienza a obrar dentro de nosotros, comenzamos a darnos cuenta que estamos llenos de voluntades contrapuestas y contradicciones internas.




La única forma de empezar a poner orden y comenzar, poco a poco, a tener un dominio sobre nuestros múltiples yoes es: con la Auto-observación.


¿Y cómo se hace?: "prendiendo" la luz de nuestra atención y llevándola hacia adentro. En otras palabras: Observándonos a nosotros mismos, sin identificarnos con lo que aparece.


Para que funcione, esta observación debe ser sin juicio, es decir, cuando vemos algo dentro de nosotros mismos, no debemos pensar "así soy yo". No. Solo debemos observarlo, sin ponernos a juzgar o a comentar internamente sobre estos yoes. Por eso a este tipo de observación también se le llama: "auto-observación ecuánime", u "auto-observación sin juicio", o "auto-observación desidentificada".


No hay que aceptar ni rechazar nada de lo que estamos observando en nuestro interior, solo, tenemos que darnos cuenta de que ese mecanismo existe, de que está ahí, tenemos que ser conscientes de ello y ver como opera dentro de nosotros mismos, pero sin identificarnos con ello.


Cuando hacemos esto por determinado período de tiempo, comenzamos a darnos cuenta de que estamos siendo conscientes incluso del hecho de estar siendo conscientes. Es decir: la atención ya no solo incluye al objeto, si no que comenzamos a percatarnos de la relación que existe entre el sujeto y el objeto observados.


Comienzo a "Darme cuenta que me doy cuenta" o "a ser consciente de que soy consciente".


Pero decir esto es mucho más fácil que hacerlo, ya que los esfuerzos para ser autoconscientes y dejar de vivir en el sueño psíquico, requieren de una constante energía atencional dirigida hacia dentro, la cual, debe estar impulsada por una genuina y firme motivación para querer hacerlo.


Solo de esta forma, podemos comenzar a despertar a la conciencia testigo, y el proceso de Individuación puede comenzar a tener lugar...


El "yo observador" observando a sus 'múltiples yoes'

El proceso de individuación es traer todo a la luz de la conciencia. Es hacer consciente lo inconsciente. Es unir las partes escindidas de nuestra personalidad, para que aparezcan, todas, operativamente, en el espacio de la luz de la conciencia.


Cuando esto sucede, es decir, cuando nos hacemos conscientes de aquello que opera en nosotros de manera inconsciente y sin mentirnos mas, podemos comenzar a despertar...



Nicole Satī





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