Introducción a la Contemplación

El Estado Natural de la Conciencia es Meditación. Nuestra condición natural es la de ser seres innatamente contemplativos. Perdimos de vista esta condición por estar mirando la nube de pensamientos que pasan, sin poner atención a la Conciencia Testigo que observa, sin esfuerzo alguno, estos pensamientos.

Para poder percatar el cambio se tiene que estar mirando -irrevocablemente- desde un lugar sin cambio. Para poder captar el movimiento se tiene que estar observando desde un lugar sin movimiento. Este lugar, este espacio, es lo que en algunas tradiciones de sabiduría se conoce como "La Base de Todo" o "La Conciencia Natural No Fabricada".

Cuando dejas de fabricar cosas con tu mente -ya sean emociones, ideas o pensamientos- y todo se viene abajo, ahí puede hacerse mucho más evidente esta Conciencia Natural Innata No Fabricada, en la cual, suceden todos los tipos de cambios y pensamientos. Por eso cuando decimos: "La mente está condicionada, NO TÚ", se está señalando al Estado Natural No Fabricado, a La Base de Todo. Esta Conciencia Fundacional, es la misma en todos los seres, y es, en sí misma, Meditación.

Comprender esto, investigarlo, reconocerlo de forma directa, es muy distinto de, desde la concepción de ser 'un individuo limitado', tratar de recurrir a técnicas para volverse 'más contemplativo', 'más consciente', 'más meditativo'. El Estado Natural de la Conciencia ya es calma pura, contemplación y meditación de por sí. No se trata de alcanzarlo, sino de comprenderlo, reconocerlo, y luego de reconocerlo, llevarlo a cabo, serlo...

1) Si todavía no puedes darte cuenta de la Conciencia Fundacional, te daré algunas pistas para que puedas darte cuenta de ella:

Ahora mismo, te encuentras leyendo este largo texto, y haz llegado hasta aquí. Bien, ahora, en vez de poner toda tu atención en esto que estás leyendo, lleva una parte de tu atención a Aquel que está leyendo este texto. ¡Sí! a Ti Mismo/a. Lleva tu atención hacia ti mismo. Bien, ya dimos el primer paso. Ahora, hay parte de tu atención que está puesta en la lectura de este documento, y parte de tu atención que está puesta en ti mismo que estás leyendo. En otras palabras, parte de tu atención está volcada en ti mismo como el Testigo (el Sujeto).

Ahora, puedes darte cuenta con más claridad, que Tú eres el Sujeto que observa, y que la pantalla del celular o de la computadora es lo observado, es decir, el objeto.

Hasta ahora es sencillo.

Ahora, debes repetir este mismo procedimiento cuando aparezcan pensamientos.

Así como seguramente no te costó nada identificar que Tú eres el Sujeto y que tu celular o computadora por donde estás leyendo este texto es el objeto, deberás practicar exactamente este mismo ejercicio cuando en tu mente aparezca un pensamiento, una emoción, etc.

Volvamos a repetir el procedimiento...

Ahora, supongamos que en tu mente aparece el pensamiento/sensación de: Celos.

La sensación de celos se convierte en el objeto, mientras que Tú, como el testigo de los celos, eres el Sujeto. Ya no te identificas más con los celos, solo, los observas.

Tú estás separado de ellos, los celos son algo que apareció dentro de tu campo de percepción, se mantuvo por un rato, y luego, se fue. En cambio Tú (el observador) permanece intacto siempre, y en realidad, nunca fue tocado ni "manchado" por esta emoción. La Conciencia, permanece pura y prístina siempre.

Quizás es un poco difícil de procesar al principio... lo sé. Pero por favor, no te detengas.

Vuelve a intentarlo con otro ejemplo que no sea "celos". Repite este ejercicio ahora con algo que sientas más a menudo o con algo que estés sintiendo o pensando en este momento.

2) Ahora, vamos a practicar este mismo ejercicio pero con algo mucho más sutil: Tu sentido de 'yo'.

Ahora mismo piensas que eres alguien, una persona, con un sexo en concreto y con una edad en particular. Es decir, tienes una imagen de ti mismo en base a tu cuerpo. Okey, es normal, ¡no te preocupes! jaja, pero ahora, vamos a intentar "separarnos" de esto por un rato, solo para darnos cuenta de la Conciencia que es Auto-existente e independiente de las condiciones de tu cuerpo (es decir, del nombre de tu cuerpo, la edad, el sexo, etc.) y de las modificaciones de tu mente. Vas a darte cuenta de tu Yo Real, que existe independientemente de las condiciones del cuerpo, mente, emociones, etc.,

Vamos a eso:

Ahora mismo, mira de nuevo con tu atención hacia adentro. ¿Qué ves ahí? ¿Puedes notar que hay Silencio? ¿Aparece alguna que otra sensación o pensamiento, verdad?

Ok, no nos detengamos en ello, sigamos buceando en el interior...

Ahora, te darás cuenta de que hay algo que observa todos estos movimientos. ¡Nuevamente, este Algo que es consciente de todos los movimientos, eres Tú Mismo! Ahora bien, cierra tus ojos y haz el siguiente ejercicio:

Trata de llevar tu atención al Testigo del vacío o del espacio que aparece cuando tus ojos están cerrados. Y cuando aparezcan pensamientos, lleva nuevamente tú atención al Testigo que observa los pensamientos.

Bien, cierra los ojos y practícalo ahora por un minuto.

Bueno, al parecer, ya los abriste...

¿Pudiste darte cuenta de que Tú Mismo eres la Conciencia Testigo que observa todos los pensamientos, emociones, e incluso el espacio vacío que aparece cuando estás con los ojos cerrados?

(Por favor, dime que sí...) ¡Muy bien!

Ahora, responde a esta pregunta: ¿Estás haciendo algún esfuerzo para ser Consciente?

La respuesta es: No. No estás haciendo ningún esfuerzo por ser la Conciencia Testigo de todo lo que aparece "dentro" y "fuera" de ti.

Por lo que, si todavía no estás acostumbrado/a a llevar la atención hacia Ti Mismo en tu cotidianeidad, este simple ejercicio de llevar la atención de los objetos al Sujeto, te servirá para comenzar a ser Consciente de Ti Mismo al mismo tiempo que percibes un objeto externo o interno (ya sea una silla, la pantalla, una emoción, un pensamiento, etc.)

Esta doble percepción (observar los objetos mientras eres consciente del Sujeto) es lo que tienes que empezar practicar para comenzar a ser consciente de Ti Mismo.

Entonces, podrás llegar a la conclusión, de que en todos estos años tu mente cambió, tu personalidad cambió, probablemente tu sistema de creencias, gustos e intereses cambió, tu cuerpo cambió, pero hay algo dentro de ti, esta Conciencia Fundacional en ti, que SIEMPRE pero SIEMPRE permaneció intacta.

Esta es la Conciencia Testigo a la que debemos llevar nuestra atención más que a los objetos que cambian, ya sean externos (nuestro cuerpo, objetos que nos rodean, etc.) u objetos internos (pensamientos, emociones, sentimientos, etc.).

Para percatarte de la Conciencia solo tienes que llevar tu atención hacia el Sujeto (¡Tú mismo!) mientras estás observando cualquier objeto (ya sea un fenómeno externo, una sensación en el cuerpo, un pensamiento o una emoción).

Si llevas tu atención de forma lo suficientemente constante hacia El Testigo o al Sujeto con más interés de lo que la llevas a los objetos (pensamientos, emociones, etc.) te darás cuenta que estos no tardarán en desvanecerse por sí mismos, y que Tú permaneces siempre inafectado por todos ellos. Para esto, tienes que practicar.

Si quieres aprender más, puedes ponerte en contacto a través de la sección Clases y Cursos

Te dejo más técnicas de meditación para que puedas seguir practicando en la siguiente entrada: El Proceso de Individuación y la Sombra Negativa.

¡Nos vemos pronto!

Satī